Si en este momento les preguntásemos: ¿Conocen bien a sus hijos? ¿Se comunican actualmente con ellos al igual que hace unos años? – “Claro que si” ¡Qué pregunta!, – puede ser la respuesta. Pero, ¿los conocen verdaderamente? - ¿no les desconciertan ciertas nuevas manifestaciones de ellos?, - ¿comprenden sus gustos? - ¿saben cómo los perciben? - ¿no les han dicho que los rayan si ven que los acompañan en tal o cual situación?.

La realidad es que no conocemos bien a nuestros hijos, han cambiado y reaccionan de forma diferente; ya no es importante para ellos el compartir con nosotros; se asoman nuevos intereses que les restan tiempo para participar en las actividades familiares. Cada día les es más importante reunirse y desarrollar nuevas iniciativas con personas de su edad.

En el mundo de hoy, todo tiende a dividir la familia, muchos de los valores espirituales se han perdido, por eso debemos luchar contra el ambiente ya establecido. Tenemos la firme esperanza de lograr un Mundo Mejor en el cual nuestros hijos encuentren más Justicia, Paz y Comprensión. Para ello debemos tratarlos con la dignidad que les corresponde por ser personas, respetando su realidad, metas y expectativas frente a la vida, dándoles seguridad y amor. No considerándolos como una propiedad nuestra.

En la Primera Jornada, nos impactó el efecto que nos causaron los “Recuerdos”; en ellos estaba nuestro pasado, lo que nos trasmitieron nuestros padres de sus creencias formadas en otra realidad muy distinta a la actual y que, evidentemente, serán diferentes a las realidades de nuestros hijos y los recuerdos que les estamos dejando.
¡Cómo nos desconcertó el que no sabíamos “Escuchar”!, - ¿Habremos hecho un esfuerzo exitoso por aprender a “Escuchar”?

Luego tuvimos la reflexión sobre las “Semejanzas” con nosotros y la familia, pensábamos que íbamos a hablar de nuestros hijos y descubrimos que todo giró en torno nuestro, en fin de cuentas tanto la vida de nuestros hijos como todo lo que se refiere a ellos se origina en Dios a través de nosotros, sus padres.
No olvidemos que uno de los peligros fundamentales de ser padres es querer hacer lo que creemos está bien para nuestros hijos, en lugar de darles vida.

Queremos empezar a crear un mundo en el cual los hijos se sientan seguros de que sus padres los aman y les están mostrando siempre que se puede llegar a crear, con el esfuerzo de todos, UN MUNDO MEJOR.

Jornadas para Padres II, consta de cuatro temas: Expectativas (las nuestras), Imagen de los padres (la que tenemos de nosotros mismos, que con mucha frecuencia es negativa), Crítica (juzgamos y calificamos en base a nuestros criterios) y Disciplina (actuamos de acuerdo a lo que queremos que hagan y no de acuerdo a las aspiraciones de nuestros hijos, sus actitudes y al mundo donde vivirán.

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